martes, marzo 20, 2007

feria anfibia

Nadie impide que en La Salada sigan rellenando el Riachuelo

Lo hacen para ampliar los puestos de la feria. Las autoridades admiten que las obras son clandestinas, pero dicen que no tienen poder para hacer nada. Los vecinos se quejan porque provocan inundaciones.

Las asombrosas montañas de escombros, de tierra o simplemente de basura siguen creciendo sobre la barranca del Riachuelo. Quien se acerque una tarde cualquiera de un día de semana podrá ver gente —casi haciendo equilibrio para no terminar en la oscuridad del curso de agua— mezclando hormigón para levantar estructuras de cemento sobre esas montañas, que conforman un paisaje extraño en la localidad de Ingeniero Budge, muy cerquita de la Capital.

A casi seis meses de que Clarín publicara por primera vez que feriantes de La Salada estaban rellenando la orilla del Riachuelo para poner más puestos, la situación sigue siendo la misma. O peor: ante la inacción de las autoridades, que reconocen que esto sucede pero no hacen nada para impedirlo, la franja de espacios ganados al Riachuelo se sigue alargando. Las estructuras que se construyen son de madera, de cemento o de hormigón.

"Lo hemos denunciado al municipio de Lomas de Zamora, a la secretaría de Medio Ambiente de la Nación y a la Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires. Cada vez rellenan más pero nadie hace nada. El problema más grave para los vecinos es que tapan los desagües pluviales que dan al Riachuelo y hemos tenido tres inundaciones grandes en este verano. Nunca nos había pasado una cosa así", contó a este diario Víctor Frites, vecino de Villa Lamadrid —un barrio que está a pocas cuadras de La Salada— y miembro del Foro Hídrico de Lomas de Zamora.

La feria de La Salada —que está sobre el Riachuelo, a pocos minutos del Puente La Noria— atrae los miércoles y los domingos a miles de personas que buscan buenos precios en este emporio de lo trucho: hay excelentes imitaciones de ropa de marca, CDs, películas y hasta perfumes o animales. Los feriantes aseguran que los precios son bajos porque la mercadería viene directo de fábrica, pero muchos comerciantes de Lomas Zamora sostienen que allí se ofrecen productos robados, de contrabando o confeccionados en talleres ilegales.

En La Salada hay tres mercados legales (Punta Mogote, Ocean y Urkupiña), que funcionan en los predios cerrados en los que antiguamente estaban las célebres piletas de agua salada que cada verano eran una atracción para los porteños que no se podían salir de vacaciones fuera de Buenos Aires.

Pero la extraordinaria convocatoria —cada día de feria llegan micros de distintos lugares del país— hizo que florecieran también puestos ilegales en los alrededores de los tres mercados. Como ya las calles no alcanzan para el crecimiento de La Salada, comenzaron en la segunda mitad del año pasado los rellenos sobre el Riachuelo. Allí, en esos puestos, se comenta que los precios son aún más bajos que dentro del mercado. Una imitación de un par de zapatillas que en un negocio valen más de 200 pesos, pueden conseguirse por 15 o 20 pesos.

"Hemos recibido denuncias y nosotros mismos sabemos que esto sucede, porque hemos tenido que hacer negociaciones con los feriantes para que se corrieran y pudiéramos empezar una importante obra que estamos haciendo allí, de canalización y revestimiento del arroyo del Rey (ver Las obras.... Pero yo no tengo poder de policía para desalojar gente de ningún lado. Eso es tarea de un juez", dijo a Clarín el director de Hidráulica bonaerense, Daniel Corolli.

"En 2003 —agregó— se implementó un sistema para recibir denuncias sobre canales clandestinos y encuadramos las denuncias allí. ¿Si hemos dado intervención a la Justicia de esta ocupación ilegal sobre el Riachuelo? Tampoco podemos hacer eso. Lo que sí, hemos dado intervención a la Fiscalía de Estado de la provincia, que es la que debe decidir".

Los vecinos que participan en el movimiento vecinal dicen que quienes trabajan en los puestos callejeros también contaminan porque al final de cada jornada queman los desechos y luego los tiran al Riachuelo. Y se quejan también por la falta de seguridad en la zona ilegal de la feria, donde se han denunciado frecuentes robos.

A pesar de que quedan sobre terrenos públicos, los puestos que están fuera de los mercados también son alquilados. Cobran entre 25 y 60 pesos a quienes quieren aprovechar, sin pagar impuestos ni ser fiscalizados por nadie, la creciente convocatoria de La Salada.

http://www.clarin.com/diario/2007/03/19/laciudad/h-03601.htm

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