lunes, agosto 25, 2008

borrador texto jornadas sustentabilidad y ciudad / edición colectiva

RallyBarrionuevo. Abstract

Un recorrido por el amplio espectro de las ecologías no verdes

El enfoque de Bruno Latour[1], es uno de los muchos que exigen re-pensar a la ecología de un modo amplio. No ya seres vivos en relación con su entorno, sino un modo de organizar la realidad en un foro híbrido de humanos y no-humanos. La ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno[2] es una definición que queda chica después de las muchas y variadas aportaciones de pensadores de las más disímiles disciplinas.

Combinando gestión de la naturaleza y gestión de lo social podemos encontrarnos con la ecología social: la parte de la sociología que estudia la relación entre los grupos humanos y su ambiente físico y social[3]. Por su parte, Paul Virilio habla de la ecología de las distancias[4], señalando que hoy en día pueden ponerse próximas cosas que suceden a varios kilómetros. Contrariamente a la “ecología verde”, preocupada por la contaminación de las sustancias, existe para él una “ecología gris”, que se ocupa de la contaminación de la extensión (o contaminación dromosférica/ dromos = carrera) Mike Davis habla de una ecología del miedo[5], como la proliferación de los dispositivos de control determinan la configuración del territorio geográfico – social. Bateson nos habla de la ecología de las ideas, Guattari introduce el concepto de Ecosofía y Reinaldo Laddaga analiza las ecologías culturales. Ya son disciplinas consolidadas la Ecología del Comportamiento, la Ecología Matemática y la Ecología de la Recreación.

Si naturaleza y política reclaman un análisis simétrico, nuestro texto y rally tratará de desmenuzar los actores-red en torno al barrio nuevo de Buenos Aires comprendido por: Puerto Madero, la Reserva Ecológica, La plaza Micaela Bastidas, el Faena Art District, el comedor de Castells, el Celeris (tranvía del este), el asentamiento Rodrigo Bueno y la ex Ciudad Deportiva de la Boca. Estos enclaves o ecosistemas semi cerrados están mucho más distantes entre sí de lo que su contiguidad territorial puede presentar, pero mucho más vinculados de lo que la ecología, la política y la arquitectura gustarían de separar. Componen un particular ecosistema urbano, un producto a la vez natural y cultural en un área intensamente rur-urbana.

Complementariamente al rally Barrionuevo, se realizará un rally a la Comunidad Gaia (www.gaia.org.ar), cerca de Navarro, a 110 km de Buenos Aires, como modelo de sustentabilidad anti-metropolitano.

Fechas propuestas:

RallyBarrionuevo domingo 28 de setiembre. Comunidad Gaia: 4 de Octubre.

El panel presentará un proyecto concreto de utilización de energía social conurbana como combustible no-contaminante

RallyBarrionuevo. Apuntes

Agregar: biodiversidad shrinking cities.

Ecología gris de virilio

Ecología del miedo de mike davis

Ecologías culturales de reinaldo laddaga

Listado posible actor – red latouriano:

Escombros edificios para construcción autopista 25 de mayo

Intendente cacciatore

Aves autóctonas

Corrientes del río de la plata

Los ecologistas

Incendios

Puerto madero

Alan faena

Raul castells

Fuente de lola mora

Lola mora

(ex) Ciudad deportiva de la boca

mauricio macri

barrio rodrigo bueno

rodrigo bueno

habitantes barrio rodrigo bueno

camioneros

perros sueltos

feriantes

gay-spot

gays

celeris (tranvía del este)

telerman

tren sarmiento vip haedo – puerto madero

casino flotante

diques

etc etc.

Ecosofía de guattari

Tres registros ecológicos: medio ambiente, relaciones sociales y subjetividad humana

La verdadera respuesta a la crisis ecológica sólo podrá hacerse a escala planetaria y a condición de que se realice una auténtica revolución política, social y cultural que reoriente los objetivos de la producción de los bienes materiales e inmateriales. Así pues, esta revolución no sólo deberá concernir a las relaciones de fuerzas visibles a gran escala, sino también a los campos moleculares de sensibilidad, de inteligencia y de deseo.

Chernobyl y el sida nos han revelado brutalmente los límites de los poderes técnico-científicos de la humanidad y las “sorpresas” que puede reservarnos la “naturaleza”. (ver híbridos latourianos) no podemos abandonarnos a ciegamente a los tecnócratas de los aparatos de Estado para controlar las evoluciones y conjurar los peligros en esos dominios, regidos, en lo esencial, por los principios de la economía del beneficio.

Ecología social: otra especie de alga, que en este caso tiene que ver con la ecología social, consiste en esa libertad de proliferación que ha permitido que hombres como Donald Trump se apoderen de barrios enteros de New Cork, de Atlantic City, etc., para “renovarlos”, aumentar los alquileres y expulsar al mismo tiempo a decenas de millares de familias pobres, la mayor parte de las cuales están condenadas a devenir homeless, el equivalente aquí de los peces muertos de la ecología medioambiental.

Eco-lógica: lógica de las intensidades.

Uno de los problemas analíticos claves que la ecología social y la ecología mental deberían afrontar es la introyección del poder represivo por parte de los oprimidos. Aquí la mayor dificultad reside en el hecho de que los sindicatos y los partidos, que luchan en principio por defender los intereses de los trabajadores y de los oprimidos, reproducen en su seno los mismos modelos patógenos que impiden es sus filas toda libertad de expresión e innovación.

La raiz eco debe entenderse en su acepción griega originaria: oikos, es decir, casa, bien doméstico, hábitat, medio natural. (desde el interior a lo exterior!)

(las tres ecologías, felix guattari)

Ecología de las ideas de Bateson: arranca por analizar el caso de un pesticida (el DDT) haciendo referencia a la contaminación ambiental en Hawai que está afectando a las personas, y derivando la cadena de influencias (a lo latour? Más o menos) llega a la “ecología de las ideas”.

“Esta red compleja de determinación de las ideas (y acciones) tiene por características que algunos nudos de esa red suelen ser débiles (ver actor network de latour) pero cualquier idea o acción está sujeta a la determinación múltiple por muchos hilos entretejidos. Cuando nos acostamos, apagamos la luz, influidos en parte por la economía de la escasez, en parte por premisas de transferencia, en parte para reducir el insumo sensorial, etcétera. Tal determinación múltiple es peculiar de todos los campos biológicos. Característicamente, cada rasgo de la anatomía de un animal o planta y cualquier detalle de la conducta están determinados por una multitud de factores interactuantes a la vez en el nivel genético y fisiológico; y, de manera correspondiente, los procesos de cualquier sistema en funcionamiento son producto de la determinación múltiple. Sin embargo, es bastante infrecuente hallar que un rasgo de un sistema biológico esté de alguna manera determinado directamente por la necesidad que satisface. El comer es gobernado por el apetito, el hábito y las convenciones sociales, más que por el hambre, y la respiración es gobernada por el exceso de CO más que por la falta de oxígeno. Y así en muchos otros casos. En contraste con ello, los productos de los planificadores e ingenieros humanos están construidos para satisfacer necesidades específicas de una manera más directa, y correspondientemente, son menos viables. La multiplicidad de causas del comer probablemente aseguren la ejecución de ese acto necesario en una gran variedad de circunstancias y tensiones, en tanto que si el comer estuviera controlado exclusivamente por la hipoglucemia, cualquier perturbación de esa vía de control única tendría como resultado la muerte. Las funciones biológicas esenciales no son controladas por variables letales, y los planificadores harían bien en tomar en cuenta ese hecho.

Pero en la evolución mental hay también una economía de flexibilidad. Las ideas que sobreviven al uso repetido son manejadas, de hecho, de una manera especial, que es diferente de la manera como la mente maneja nuevas ideas. El fenómeno de la formación de hábitos elige las ideas que sobreviven el uso reiterado y las coloca en una categoría más o menos separada. Esas ideas merecedoras de confianza quedan disponibles entonces para el uso inmediato sin una nueva inspección minuciosa, en tanto que las partes más flexibles de la mente pueden reservarse para emplearlas en asuntos nuevos. En otras palabras, la frecuencia de uso de una determinada idea se convierte en un determinante de su supervivencia en lo que en la ecología de las ideas llamamos Mente; y más allá de ello, la supervivencia de una idea usada con frecuencia es promovida por el hecho de que la formación de hábitos tiende a sacar la idea del campo de la inspección crítica. (…)

Por lo general, las ideas que sobreviven el uso repetido son las más generalizadas y abstractas. De esa manera, las ideas más generalizadas tienden a convertirse en premisas de las que dependen otras ideas. Estas premisas se tornan relativamente inflexibles .

Dicho con otras palabras: en la ecología de las ideas tiene lugar un proceso evolutivo, relacionado con la economía de la flexibilidad, y este proceso determina que ideas serán objeto de una programación rígida. El mismo proceso determina que esas ideas programadas de manera rígida lleguen a ser nucleares o nodales dentro de constelaciones de otras ideas, porque la supervivencia de estas otras ideas depende del modo como se adecuen a las ideas sometidas a una programación rígida. Se sigue cualquier cambio en las ideas programadas rígidamente puede provocar un cambio en toda la constelación con ellas relacionada

(…) si un Puma mata a un ciervo, no está actuando para proteger la hierba contra el sobrepastaje. De hecho, el problema de cómo transmitir nuestro razonamiento ecológico a quienes deseamos influir en lo que nos parece una dirección ecológicamente “buena” es él mismo un problema ecológico. No estamos fuera de la ecología para la cual planificamos: somos siempre e inevitablemente una parte de ella. En esto reside el atractivo y lo aterrador de la ecología: que las ideas de la ciencia se están convirtiendo irreversiblemente en parte de nuestro sistema ecosocial.

Creo que esas ideas no son el mal, y que nuestra mayor necesidad ecológica es propagar esas ideas a medida que se desarrollan, y a medida que son desarrolladas por el proceso ecológico de su propagación. Si esta idea es correcta, entonces las ideas ecológicas implícitas en nuestros planes son más importantes que los planes mismos, y sería necio sacrificar esas ideas sobre el aura del pragmatismo. A la larga, no es buen negocio “vender” los planes mediante argumentos superficiales “ad hominem” que contradigan u oculten las concepciones más profundas.

Ecología del sistema legal, caso del “funánbulo” (trapecista)

(Pasos hacia una ecología de la mente. Una aproximación revolucionaria a la autocomprensión del hombre, Gregory Bateson.)

Ecología energía social corti y jacoby



[1] Bruno Latour. Nunca fuimos modernos

[2] Diccionario real academia española http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=ecologia

[3] diccionario real academia española web http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=ecologia

[4] Paul Virilio, la universidad del desastre

[5] Mike Davis. Control urbano, la ecología del miedo. Más allá de Blade Runner y la Ciudad de Cuarzo


qué es un espacio urbano: (Adriana Massida y Juan Pablo Scarfi)

una porción del suelo donde predominan las actividades terciarias, y en segundo lugar secundarias, por sobre las primarias; un centro emisor de servicios;

donde la concentración de población- considerando magnitudes tales como la cantidad de habitantes, (x ej. más de 10.000 hab) la superficie del sitio, el índice de habitantes por unidad de superficie- es elevada;

infraestructura;

ocio.

qué es un espacio rural:

definido por oposicion, es un espacio no-urbanizado, incluyendo tanto espacio rural agrario, tierra de cultivo donde predomina la actividad primaria, como focos poblacionales de baja escala (x ej menos de 2000 hab).

Un espacio periurbano sería un sector rural bajo influencia de un centro urbano más o menos proximo.

qué es un espacio rururbano entonces?

Un espacio no pasible de ser englobado en ninguna de estas categorías.

Al acercarse la ciudad a sus bordes, comienza a desdibujarse en modo progresivo y gradual: quizás con focos periféricos, quizás detentando proyecciones a lo largo de avenidas; quizás dejando baches. La mancha formada es probablemente irregular. Pero haciendo un zoom out del mancherío detectamos que consiste en una gradual cesión de cualidad urbana a cualidad rural por parte del espacio, en una transición que llamamos "periurbano". El crecimiento gradual corresponde a un foco urbano que a lo largo de la historia emanó urbanidad expandiéndola sobre una geografía estable.

Si no es estable? El crecimiento no es gradual, el espacio no es rural ni periurbano. Vamos a trabajar en particular sobre la costa de Buenos Aires que avanza sobre el Rio de la Plata mediante relleno artificial: cada vez que es ganada una porción de tierra al río en las vecindades de un sector ya consolidado cuyo espacio periurbano correspondiente quedaba ya lejos -hablamos de un sector urbano consolidado hace ya tiempo- se genera un desbalance casi violento en el apoyo que se genera entre un sector y el otro. Aparece territorio "virgen" con uno de los más altos valores de renta soñables en la ciudad, por estar contiguo a tejido de alta consolidación y por estar contiguo al río. Un sector, el viejo, que basaba parte de su valor en la vecindad con el río, perderá este privilegio, y el tejido consolidado que lo rodeaba tendrá un nuevo competidor, el terreno virgen, en esta puja de cualidades y de renta. Nunca un terreno se vende mejor que asegurando tiene vistas al río. Donde había visuales amplias aseguradas, ahora existe la posibilidad de una edificación que las interrumpa. Ya no somos los primeros, ni los únicos. Donde antes terminaba la ciudad, ahora comienza un nudo diferente de situaciones. La noción finitud de la ciudad, de proximidad al borde, al abismo, desaparece, y con ella la percepción de que el lugar en el que se está es único, especial, irrepetible: de la magia de estar casi al final de la urbe -o mejor dicho al comienzo-, de sentir que se puede tocar espacio no-urbano estirando un brazo, a la irrisoira situación de hallarse en un barrio más de alta densidad de los sectores consolidados. Todo ésto pierde el microterritorio central con la aparición subrepticia de tierras fértiles hacia el río, y es difícil esperar que en esta red de intensidades, espasmos e intereses el tejido crezca en forma gradual como en la periurbe.


Las relaciones de poder en torno al concepto de “urbanización”

en el barrio porteño de Puerto Madero

Ana Isabel Guérin – María Constanza Molíns

En Puerto Madero confluyen diferentes escenarios: las magnas torres jardín, la ex – cuidad deportiva de Boca Juniors, la reserva ecológica y el asentamiento Rodrigo Bueno. Se analizará aquí un mismo espacio donde convergen distintas urbanidades y que, sin embargo, no conviven.

¿no existe ningún tipo de intercambio entre habitantes del asentamiento Rodrigo Bueno y los habitantes de las torres? No usan los parques que son públicos? Como los usan en caso afirmativo, o por que no lo hacen? (siendo que son públicos) ¿Dónde hacen las compras? ¿ninguno trabaja en sectores de servicio de alguna de las torres? ¿o en el rubro de la construcción de alguna de las torres?

Dentro de este contexto, se profundizará sobre cuál es la relación entre los diferentes actores sociales identificados y su relación con estos espacios urbanos – y de poder – que allí se generan.

Mediante un análisis de los discursos producidos por los diferentes medios de comunicación periodísticos, se desprende el siguiente planteamiento: Dilucidar los criterios mediante los cuales se clasifica un espacio como urbanizable y, a partir de ello, preguntarse ¿Aquello que los diferentes actores sociales clasifican como “urbanizable” podría ser asimilado a la categoría de “cultura”? y su contrario, ¿lo no urbanizable a naturaleza?

¿No son definiciones demasiado terminantes para ser solo inferidas a través de los medios? En todo caso sería un trabajo sobre como operan los medios de difusión masiva en la construcción de ¿identidades culturales?

Es muy interesante las demarcaciones entre doméstico – urbano. Naturaleza – cultura. Pero no es claro que lugar tiene cada uno: paradójicamente, la raiz de ecología, en griego, se refiere a eikos – la casa. Curiosamente la naturaleza sería el hogar, no lo que está afuera. (entiendo que esta etimología es la que han utilizado los grupos ecologistas que defienden al cuidado de nuestro planeta como “nuestra casa”.

Mi tradición de arquitecto me hace ubicar a la casa como lo que está “protegido de la naturaleza” o sea, afuera de ella.

Durante los escasos 17 años de creación del barrio Puerto Madero, la construcción desmedida de torres en Puerto Madero ha sido realmente significante. Al mirar hacía arriba, puede apreciarse, cada vez más, la contaminación visual que producen las estructuras edilicias, muchas de las cuales se encuentran en pleno proceso constructivo.

El termino contaminación visual es controversial de la manera que los están usando acá. Nunca lo vi relacionado a edificios, muy feos por cierto, pero con una función “social” que los absolvería de su fealdad. Habría que dar una definición de que están considerando como “contaminación visual”, tradicionalmente emparentada a la proliferación de avisos publicitarios.

De todos modos, se podría hablar aquí de contaminación a secas. ¿adonde irán a parar las toneladas de residuos producidas por los futuros habitantes de estas torres? ¿Dónde desaguarán las cloacas de estos edificios? ¿está preparado el sistema cloacal de la ciudad para este importantísimo incremento?

La ex ciudad deportiva de Boca está compuesta por setenta hectáreas ganadas al río, tierras fiscales que habían sido dadas en concesión durante los años 70 al club por el gobierno de la ciudad. El proyecto originario de construcción de un estadio quedó trunco, y en 1989 el gobierno menemista en vez de recuperar ese espacio público, autorizó su venta por parte del club al grupo IRSA por 50 millones de dólares. El proyecto de este organismo privado es realizar un complejo habitacional cerrado, llamado Santa María del Plata, cuyo objetivo principal será “un proyecto esencialmente residencial, que por su envergadura, estará destinado a elevar el nivel de la zona” [1].

Les mandé un mail a la gente de IRSA para ver si nos acompañaban en la recorrida. Previamente llamé a “relaciones institucionales” de IRSA pero tienen un contestador….

La Reserva Ecológica es otro microsistema importante para analizar las relaciones entre espacios y sujetos. Este enclave “natural”, gestado a partir de los desechos producidos por la construcción de autopistas durante la última dictadura militar, resulta ser el reservorio más grande de especies y vegetales que tiene la Ciudad de Buenos Aires.

La Villa de Rodrigo Bueno está ubicada entre la Ex Ciudad Deportiva de Boca y la Reserva Ecológica donde actualmente viven más de 800 familias en apenas 4 hectáreas. Los últimos gobiernos de la ciudad han tratado de erradicarla en diferentes oportunidades y su presencia en estos 17 años de lujo y utopía de perfección que otorga este barrio continua generando interrogantes.

¿alguna idea del año en que se armó / comenzó?

Estos cuatro ecosistemas se encuentran vinculados entre sí por una problemática que genera múltiples discusiones: lo publico versus lo privado, espacios verdes o la urbanización, en definitiva, lo natural versus lo artificial, ¿cultural?. Aparecen en escena distintos actores sociales que manifiestan la relaciones de poder imperantes en la lucha por los espacios urbanos: la esfera pública representada por los gobiernos (sobre todo locales) de turno, la esfera privada representada por las grandes empresas constructoras, ONG’s y los habitantes de las torres y del asentamiento.

Podría hablarse de una definición de lo público no estatal.

La Reserva es un enclave que se ve afectado tanto por las construcciones deliberadas como por el asentamiento Rodrigo Bueno. Uno de los actores sociales relevantes es la Asociación Civil por la Reserva. Vecinos autoconvocados cuyo lema principal es: “por la preservación de la reserva ecológica en su estado natural: si a la reserva, no a las torres”. Desde el propio nombre de la organización se desprende una fuerte crítica hacia el avance indiscriminado de las construcciones edilicias que, según ellos, tendrán no solamente un impacto ambiental sino también consecuencias en la restricción del espacio público.

La critica básica que realiza la organización radica en una defensa hacía el libre acceso al Río de la Plata y la conservación de los espacios naturales. Sin embargo, también se pronuncian en contra del asentamiento de Rodrigo Bueno. Irene Verbitsky, presidenta de la Asociación afirmó que "hay que sacar a esa gente de ahí. [...] El gobierno tiene que darles viviendas dignas. Y, además, debe devolverle a la Reserva tierras que pertenecen a la Reserva. Es un área protegida"[2].

Esta asociación no resulta la única que se pronuncia en contra del asentamiento. Desde los gobiernos de la ciudad de Buenos Aires de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman se difundió la posición de erradicar la villa con un pretexto ecológico, "una ecuación ecológica, pues esas tierras pertenecen a la Reserva"[3]. A su vez, Ibarra se había pronunciado de la siguiente manera: "no puede consolidarse una villa al lado de la Reserva Ecológica. Si urbanizamos ahí, vamos a terminar radicando asentamientos hasta debajo de los puentes”[4].

Está muy bueno, porque acá la ecuación “ecológica” ¡se vuelve muy política! (donde quedó la naturaleza?)

Las soluciones frente a esta problemática son dos: la urbanización del asentamiento o su erradicación. En la primera opción, los asentamientos serian dotados de todos los servicios así como también de viviendas dignas, en tanto que en la segunda se les otorgaría un subsidio a sus habitantes para “correrlos del lugar”.

Estaría muy bien discutir, además de la cuestión del derecho a la vivienda digna, la cuestión del “derecho a ciudad”, o derecho a centralidad. ¿Por qué los espacios centrales deberían ser de uso exclusivo de los sectores de más altos ingresos?

Desde la esfera oficial se alega que los terrenos donde se encuentra alojada la villa de emergencia no son urbanizables. Plantean la problemática de la precariedad de vida de los habitantes del asentamiento así como también que la contaminación repercute en el normal desarrollo del ecosistema de la reserva. Sin embargo, el problema de base es otro: la empresa IRSA habiendo comprado la Ex Ciudad Deportiva de Boca, ve amenazado su proyecto millonario ya que, evidentemente, el paisaje de construcciones precarias hace mella en el imaginario social de la inseguridad y del no-querer-ver nada de eso.

¿tienen la fuente de las razones que da la esfera oficial, para citarlos con más detalle?

Las construcciones discursivas resultan meras estrategias para conseguir frenar aquello que se percibe como una amenaza al espacio público, lograr el desalojo y encaminarse en la lógica capitalista de la producción del capital.

Sin embargo, si anteriormente, esa parte de la isla artificial fue declarada “parque natural y zona de reserva ecológica” por la Municipalidad (Ordenanza 41247 del 5/06/86), actualmente lo que prima sobre esto es el desarrollo económico y la explotación de las tierras –en definitiva, ¿públicas o privadas?- en las cuales tendrá lugar el mega proyecto que promete ser una “maravilla urbanística”.

Si los complejos habitacionales llevan consigo la promesa del eterno bienestar y placer, el tener el asentamiento a pocos metros, pondría en riesgo la demanda y valuación de las torres.

A su vez podría plantearse, ¿qué sucede con la postura de “no urbanización” en cuanto las torres? Pareciera entonces, que solamente es urbanizable, aquello que da un rédito económico y una consecuente imagen de desarrollo capitalista y global. ¿Donde quedan entonces las excusas discursivas de la defensa ecológica y la preocupación por las condiciones de vida de sus habitantes?

El significante “urbanización” adquiere entonces diferentes significados de acuerdo al espacio al que se esté abocando, con los intereses económicos que estén en juego.

Por su parte, ¿Cuál es la postura de los habitantes del asentamiento? "No queremos irnos. Con los subsidios que nos ofrecen no compramos nada. [...] nosotros no queremos dejar la Capital. Nuestras casas aquí valen mucho más que en el conurbano"[5] , afirmó para el diario La Nación, Kelly uba, habitante de la villa.

Teniendo en cuenta lo expuesto, nos preguntamos por las categorías de lo natural y lo cultural. ¿Se trata de un límite excluyente, o bien pueden convivir en un mismo anclaje?

Las posiciones parecieran ser irreconciliables y extremadamente dicotómicas. O el asentamiento, o el barrio privado de IRSA, por no nombrar otras mega construcciones. ¿Por qué no podría pensarse una situación de convivencia? ¿Por qué no pensar en una auto-urbanización progresiva por parte de sus habitantes, como sucedió con la Villa 31?

Durante el proceso militar (1976-1983) el gobierno de la ciudad de Buenos Aires encabezado por Osvaldo Cacciatore planteó un plan integral de erradicación cuyo lema era “Buenos Aires no es para cualquiera sino para el que la merezca, para el que acepte las pautas de una vida comunitaria, agradable y eficiente. Debemos tener una ciudad mejor para la mejor gente”. Los gobiernos de Ibarra, Telerman y el actual jefe de Gobierno Mauricio Macri pueden encabalgarse dentro de esta postura, una postura meramente neo-liberal, la misma que antes, disfrazada de una mezcla de contención y ecologismo.

“merecer la ciudad”: el villeros debe constituirse como “trabajador”, dificilmente se lo trate de con-ciudadano de por sí.

Entonces, ¿Lo natural como excusa? Y ¿Lo cultural como ganancia? Justo Solsona, arquitecto y profesor consulto de la Facultad de Arquitectura de la UBA, afirmó al respecto que: "sería muy compleja urbanisticamente su articulación con Puerto Madero y con el barrio que se va a construir enfrente", otra voz, en este caso experta, que valida la expulsión de la villa de ese predio

Otro ejemplo de “expertos” operando: el saber técnico es político.

Con respecto a este escenario de relaciones de poder que están en juego, ¿no son estas categorías en las que varios agentes se apoyan para dar fuerza a su intención de acción?

Frente a esto cabe interrogarse por los criterios e ideologías que se encuentran en puja, que convergen en un mismo escenario social, donde lo natural y lo cultural parecen estar atravesados por el capital económico en la búsqueda del desarrollo indefinido de aquel.

Un asentamiento entre torres verticales, neo-formaciones del boom de los countries de los 90’ sería complejo urbanísticamente (por no decir “molesto”) frente a lo que promete ser una maravilla urbanística.



[1] ¿Operación de prensa de IRSA en La Nación? 18/01/2005. http://www.laurdimbre.com.ar/cambiosocial/operacion_irsa.htm

[2] http://lists.econ.utah.edu/pipermail/reconquista-popular/2005-January/023655.html

[3] Jorge Telerman. http://www.porlareserva.org.ar/Noti050119.htm

[4] http://www.porlareserva.org.ar/Noti050118.htm

[5] http://www.minutouno.com/1/hoy/article/22686-Crece-el-doble-una-villa-en-la-Costanera-Sur/


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