martes, mayo 22, 2007

Krax in the city (of Barcelona) (tonight)

Una crónica del rally en las jornadas Krax. Barcelona. 24 al 28 de abril de 2007

El rally se tomo un colectivo que lo dejó en Barcelona. Nacho y Martín desparramaron un poco de conurbanidad por el coqueto territorio catalán.

Nacho voló por Iberia y Martín por Aerolíneas. Los dos con escala en Madrid. Nacho llego unas horas antes, y fue capturado inmediatamente por la maquila citymined. Del aeropuerto al trabajo sin escalas. A doblar folletos en el local “Paloma”, de la calle homónima del raval de barcelona.

Yo llegué a eso de las 4 y media al aeropuerto. Tenía que llamar a la santafesina Silvina, que tenía las llaves del depto de Fabián, un arquitecto platense que contacté a través de summa. Su piso lo compartía con Chiara e Illaria, dos exponentes de la belleza italiana. El departamento estaba sobre la Rambla, que vendría a ser una especie de Florida, pero con diez veces más de gente y rarezas y edificios impresionantes. Encima de todo, quedaba al lado del mercado de “La Boquería”, una especie de mercado feria de barrio, pero en medio del centro, que vendían frutas, pescados, vinos, panes y chocolates, y cabezas de cabra. Por las noches era zona roja de travestis.

El depto de fabián estaba en el 1° 2°, pero el primero en realidad viene después de una planta baja de locales, un “entresuelo”, un “principal” y después sí el primero, que termina siendo un tercero nuestro. Las casas llegan a tener hasta 5 de esos pisos, y todo se sube por escalera. Los catalanes hablan bajito y piden cuidado en el consumo de agua y electricidad. Tienen 3 tachos de basura: para órganicos; papel y cartón y plásticos y metal.

Acomodé un poco mis cosas, hice los llamados de rigor y me fui al local de Krax. Ahí lo encontré “instalado” a Nacho. Me presentó a Tom (lease Tam) y Mariano, los organizadores. Tom es un belga q estaba viviendo en barcelona y planea venir a vivir a Buenos Aires con su esposa santafesina Erika y su futuro hijo Calel. Mariano es cordobés pero no toma fernet ni baila los temas de la mona (en europa no se consigue). Está ahí desde el 2001/ 2002 argentino y después de tantos años, su acento es un cocktail con un resultado indescifrable. A ellos los acompañaban en la organización las encantadoras Giulia, (italiana) Anita (una no-catalana de 37 pero con voz de sub-20 que hacia subir la sensación térmica de la ya calurosa Barzalú) e Ingrid (colombiana de ascendencia alemana). En el palomar también me presentaron a Hans (danés), Piki (venezolano), Ismael (tonti toqueteiro, un personaje entrañable) y a Peter “the green man” (sudafricano buena onda cuyo apodo paradójicamente no estaba relacionado al consumo de cannabis)

Después de los saludos al hermoso y multicultural grupo humano, nos fuimos a lo de Fabián a por unas duchas. Todavía no habían llegado los dueños de casa, y como no encontrábamos desodorante, le robamos a illaria, q todavía no habíamos conocido. Los catalanes no guardan el desodorante en el baño. Cada uno lo tiene en su cuarto, porque ponerse desodorante no necesariamente está relacionado con bañarse.

Al rato cayó finalmente Fabián. Nos saludamos fraternalmente, nos presentamos y comimos algo. Fabián me cedió estoicamente su cuarto, y lo ayudamos a armarse un catre en estudio. Nachín (rebautizado Nacho de Noche por Fabián) no la paso tan bien para encontrar techo. Le habían asignado una pieza en la ex casa de Tom, que se colgó de una palmera la primera noche y nos dejó colgados en Poble Nou a las 2 de la mañana. “Tómense una copa por ahí que estoy llegando en 40 minutos”. Fuera del centro, después de las 8 de la noche los catalanes cierran absolutamente TODO, y eso incluye a ellos mismos. No había un alma en la calle. Así que nos tuvimos que tomar un taxi que conseguimos de casualidad y de vuelta al centro a la casa de Fabián. La valijota de nacho fue por el metro subiendo y bajando escaleras y volvió en el baúl del taxi con nosotros.

Como había actividades casi todo el día, teníamos que ingeniarnos para poder colar actividades de turista/ arquitecto “hortera”. Fuimos a la Sagrada Familia y flipamos a lo loco. El primer día de jornadas nos perdimos la recorrida por el Raval, y también nos perdimos el taller sobre herramientas de creatividad social. Aprovechamos un malentendido con la dirección del punto de encuentro y dimos rienda suelta a nuestros más bajos instintos de turistas (casi) primerizos. (Nacho ya había estado hacía casi 10 años)

El segundo día nos unimos al grupo y recorrimos la Barceloneta. En un ambiente totalmente globalifóbico, los controvertidos rallies lucían gorra salada de nike y remerita de converse haciendo juego. Una de las coordinadoras se había hecho un pin con un tetra brick cortado en forma de pez, para que la identifiquemos. Nos contó que parece que el ayuntamiento quiere demoler algunos pisos para poner ascensores en los edificios viejos, y los vecinos históricos se oponen a las modificaciones. Ya bastante le palermizaron el barrio con el asunto de las olimpíadas. De los viejos trabajadores del puerto, solo quedaban un par de pescadores borrachos que estaban tirados por ahí. “Vos acá viniste intelectualmente regalado, no?” fue el comentario de Nacho a Martín después de un par de comentarios poco inspirados. Nos rescatamos y conocimos unos edificios hermosos de Coderch, y un polémico Curtain Wall póstumo de Miralles – Tagliabue. Terminamos el paseo comiendo una paella cocinada en una casa de okupas.

Esa mañana temprano habíamos ido a hablar con el Jordi (Borja) (gracias Marcelo “café de las ciudades” Corti) a sus oficinas en la UOC de Poble Nou. Nos saludó 5 minutos y estuvimos con Miguel Mayorga, un colombiano que en media hora nos hizo un resumen de los cambios de Barcelona de los ultimos 20 años. Le llevamos una revista Ur, y el no quería entregar ni un par de fotocopias. Estaba repleto de libros y nos mandó a comprar a la librería del colegio de arquitectos.

Fabián nos llevo a recorrer barcelona por la noche, comimos unos “undur” y unos “shawarmas” o “kebabs” exquicitos que degustamos sentados en un banquito de una rambla del centro. Les compramos las cervezas que ofrecen los pakis en todas las esquinas por la noche. La hospitalidad gastronómica fue impecable. Otro día nos fuimos a comer unas tapas espectaculares, con pulpo y patatas bravas. Incluso llegó acocinarnos una paella increíble. “los valencianos la hacen con conejo, y se supone que una vez que ponés el arroz, no podés revolver más, por eso es tan jodido que salga bien”

CONTINUARÁ….

algunas fotos se pueden ver en

http://rallyconurbano.multiply.com/photos/album/2


El tercer día la excursión fue a plaza Lesseps. Con nacho decidimos ir antes al parque Guell, que quedaba relativamente cerca. El lugar es para flipar de lo lindo, si bien estaba lleno de turistas como nosotros. Para nuestra envidia, vimos varios locales que iban a hacer “footing” al parque. Mucho walkman y jogging bajando por la colina.

Nos sentamos en uno de los bancos para descansar un toque y nacho comenzó a intercambiar con unos chavalotes onomatopeyas del reino animal que súbitamente tornaron escatológicas. Después también encontramos a un anciano que habría conocido al gran Antoni.

A la vuelta, tratamos de encontrar un teléfono público porque, para variar, estábamos llegando tarde. Intentamos en vano en la coqueta biblioteca del Pep Llinás, así que decidimos cruzar una especie de autopista pequeña y del otro lado, en la esquina nos encontramos con el cariñoso Ismael. “en este edificio nos contarán como fue la experiencia de la plaza Lesseps, pero tenemos que esperar porque ya ha subido la primer tanda.” Nacho aprovecha para ir a comprar algo para desayunar, y mientras tanto se va sumando gente y somos testigo de un verdadero “Crack in the city” un pobre chaval se tropieza y se le cae la bolsa del super. Un huevo se estrella contra la vereda y el niño recibe la reprimenda de su madre.

Finalmente podemos subir, y nos recibe Enric, un docente que lidera el grupo de vecinos de Lesseps. Nos explicó que lograron interceder ante el ayuntamiento para que incorpore sus peticiones en el diseño de la plaza sobre la autovía. Nos mostró los planos que diseñaron conjuntamente con gente de la municipalidad, y nosotros aportamos el caso del corredor verde sobre las vías del Sarmiento, ejemplo de como la participación ciudadana puede unirse al emprendimiento inmobiliario y la gestión municipal para llevar adelante un proyecto común.

Después hicimos una pequeña derivé y terminamos comiendo en un mercado donde servían unas tapas “de hostias.” Mondongo, pulpo, caracoles, patatas bravas, y muchos otros etcéteras que enriquecieron el encuentro.

A la tarde fuimos al taller de redes que organizó el copado Peter “hombre verde” Brownell. Todavía no distinguíamos mucho y mantuvimos unas charlas delirantes en un franco ingles españolizado…

A la noche fue la presentación del grupo citymined Londres, que presentó el proyecto “Olimpics Forum”. Un ofuscado invitado se despachó con preguntas incómodas y reproches sobre el contenido y la dicción de los presentadores. Pero se calló la boca con la presentación de los rasta venezolanos. “Las ciudades se gobiernan en distintas escalas” habían dicho los ingleses; “Chavez hace su trabajo, nosotros el nuestro” remataron Piki y sus secuaces de Tiuna el fuerte. El cierre fue con “los baños del Carmen”, presentado con toda la onda malagueña de rizoma.org. También presentaron los Citymined Bruselas: “Micronomics” ; los Abrasevic, MOSTAR y el Movimiento por Justicia del Barrio, East Harlem, New York, EE.UU.

El primer día de presentaciones había arrancado con “La tabacalera a debate”, de Madrid y los japoneses de “Save the Shimokitazawa” , el barrio bohemio de Tokio, que estaría a punto de perder su identidad por unos ensanches de autopista y trenes que tiene planeado el ayuntamiento. El último día, brilló el rally con una presentación concisa y sonorizada con cumbia… de la buena. Después hicieron su presentación los sevillanos de “El gran Pollo de la Alameda” Para el final hubo subdivisión de fiestas. Los “ravers” se mandaron con Mariano a un boliche “clandestino” de argentinos en poble nou. Mucho descontrol en las calles industriales. Merqueo en rincones, wi fi de porro y gente que sale nadando de un baldío…Los “alterlatinos” fuimos a festejar a la ex casa de Tom. Allí encontramos a todos los equipos eléctricos a full. El aire acondicionado y la calefacción al mango para consumir un mínimo que no le haga sospechar a la compañía de electricidad que estuvieron colgados como tres años. El baile en la terraza escasea, y eso que afuera hacía frío… mucha charla en varios idiomas, pero la cerveza se acaba pronto y encima empieza a lloviznar. Por suerte llegan los ravers que con su inercia reavivan el fuego. Pero el rocío insiste y la fiesta se hace indoors. Los chavistas neo payadores ensayan un rap en honor al amigo palestino subsidiado. Hay llamada al paki cervecero pero está durmiendo y no se puede conseguir más birra. Tampoco se puede poner la música más fuerte, porque los vecinos se molestan… así que mientras algunos kraxeros se van yendo porque sus micros y aviones están partiendo pronto, los organizadores se zambullen en una micro-orgía 100 % libre de transpiración. Todos vestiditos y tranquilitos a apretujarse en la cama del living. Está la variante “Roll over Nelly”, pero los más osados se animan al cuartito de Tom. Me despido de Nacho, desfalleciente en un colchón y me vuelvo en el glorioso metro 24 hs open a la casa de Fabián.

Al día siguiente nos despertamos “temprano” para ir al Forum 2004. Lo esperamos a Nachín un poco más de la cuenta en la estación, pero finalmente llega y nos ponemos a recorrer. El parque temático les salió un poco caro, y fuera de escala. Paso en falso para un modelo que muestra sus grietas. Nos apuramos esquivando los nuevos shoppings y hoteles y nos vamos para el lado de los edificios de las olimpíadas. Aquí nos reconforta la pérgola mirallesca y un par de edificios ladrilleros. A la vuelta, Fabián nos invita nuevamente con un Shawarma del centro. Jugaba el barca y había algunos pibitos con las remeras de Ronaldinho, Pujol y Messi. También había una especie de beodo linyera que gritaba a los turistas ¡Barceló! ¡Barceló!

Volvemos a buscar mis mochilas, y de vuelta al aeropuerto. Un abrazo corto de despedida con Nacho, y un gracias totales a Fabián, altísimo anfitrión. En el aerobús, un par de alemanes se quieren hacer los desentendidos con el boleto, y el chofer levanta temperatura… “Y los tickets, qué?!” hablan entre ellos y después uno se acerca a pagarle. En el aeropuerto habían adelantado el vuelo, así que después de un tiempo muy corto de espera, parte el SpainAir para Madrid. Otro tiempito de espera y empalme con el vuelo de aerolíneas a Buenos Aires. Las 11 horas se hacen largas, todavía hay adrenalina acumulada y no es fácil dormir con un contingente de preadolescentes a las espaldas. Aterrizaje sin inconvenientes ni radar en Ezeiza y un carísimo remís completa el viaje. ¿Qué estará haciendo Nachín, con una semana por delante en Barcelona?

1 comentario:

mint dijo...

buena idea lo de llevar la cumbia, estria bueno organizar uno aca con gruos de afuera, bueno el cceba suele hacer esas cosas, jaj